En el marco del Día Mundial de la Voz, que se conmemora el 16 de abril, la Obra Social realizará actividades durante todo este mes con el objetivo de detectar la cantidad de disfonías en los pacientes que cursaron cuadros de Covid 19. Esta secuela es una de las más importantes y en muchos casos ha continuado con el paso de los meses.
Es por ello que el servicio de Otorrinolaringología del Hospital El Carmen se encuentra realizando una encuesta masiva para estudiar todos los casos y la evolución de las personas que padecieron Covid. Todos los interesados en participar pueden hacerlo a través del siguiente enlace:
https://docs.google.com/forms/
“Los resultados y sus estadísticas serán recolectados a fin de mes y, con ello, se trabajará en el seguimiento de pacientes a través del equipo de profesionales que se desempeñan en el servicio. Además se brindará información útil y recomendaciones para hacer habitual el cuidado de la voz”, manifestó la licenciada Rosa Saez.
Disfonías en pandemia
Durante la pandemia se han registrado cambios en la voz. Las causas principales están asociadas a la fatiga muscular y respiratoria y a las secuelas inflamatorias que generan pérdida de fuerza y una voz asténica, soplada y con aspereza o ronquera.
Sin embargo no solo sufren problemas de voz las personas que han padecido Covid, el teletrabajo, las videoconferencias, el uso de mascarillas y pantallas, la distancia de seguridad y la forzosa ventilación de los ambientes, han causado daños en las cuerdas vocales y en la calidad de la voz.
Las mascarillas y equipos de protección personal actúan como un filtro acústico y afectan la inteligibilidad del habla. Y éstos llevan a forzar y elevar el volumen o intensidad de la voz provocando sequedad laríngea, fatiga vocal y disfonías.
Por eso es importante registrar si las características de fatiga o disfonía persisten en el tiempo por más de 15 días, o se incrementan, para consultar a los médicos especialistas.
Recomendaciones
- Realizar gimnasia respiratoria diariamente.
- Respirar más seguido cuando hables, cada tres o cuatro palabras.
- Disminuir el ritmo del habla – Habla pausada.
- Aumentar la dicción – Usar una articulación marcada.
- Usar tu tono de voz óptimo, el más eficiente, no modificarlo hacia los graves o agudos que producen mayor fatiga.
- No aumentar la intensidad innecesariamente.
- Beber abundante agua.
- Usar mensajes cortos – Hablar de frente a tu interlocutor.
- Usar lenguaje gestual – Mirar a los ojos.
- Controla el nivel de ruido ambiente.
- Descansar adecuadamente 6 a 8 horas.
- Procurar una alimentación saludable.