Uno de cada cien bebés nace con una cardiopatía congénita (CC), una patología que afecta al #corazón del niño en su formación y repercute en una enfermedad al nacer o en los primeros años de vida. Los estudios periódicos durante el embarazo son fundamentales para su detección y tratamiento temprano.
Cada 14 de febrero se celebra el Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas concientizando sobre esta patología. Se trata de anomalías en la estructura y funcionamiento del corazón, producidas en las primeras semanas de gestación. Constituye la segunda causa de muerte en el período neonatal y es responsable de más del 10% de la mortalidad infantil.
En Argentina nacen unos 7 mil niños y niñas con esta problemática al año. Alrededor del 50% requiere cirugía en el primer año de vida y dos terceras partes son solucionables con diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado.
En Mendoza, en el 2018, se registraron 90 nacimientos con esta patología y el 9,5% de estos casos necesitó de una cirugía antes de llegar al año de vida.
El progreso tecnológico en el área de imágenes ha contribuido al diagnóstico fetal y actualmente es posible detectar la mayoría de las cardiopatías congénitas a partir de las 20 - 24 semanas de gestación, que es el tiempo en el que termina de formarse el corazón fetal. Son el obstetra y el ecogragrafista quienes, mediante los controles periódicos durante el embarazo, dan el primer paso en la detección de una posible cardiopatía en el bebé.
Se presenta con mayor frecuencia en el caso de madres con cardiopatías congénitas, con hijos anteriores con defectos cardíacos congénitos o que padecen diabetes.
Ante estos antecedentes condicionantes lo ideal es realizar una consulta preconcepcional, en base a la cual el médico tome medidas para disminuir los riesgos.
Sin embargo, es importante destacar que madres sin antecedentes ni factores de riesgo también pueden tener un hijo con una malformación congénita.
OSEP previene las Cardiopatías Congénitas desde el primer momento
A través del Programa Nacer en OSEP, tanto los médicos ginecólogos de efectores propios y Sedes territoriales, como los Prestadores Por Programa (PPP), tienen protocolos de atención donde es obligatorio el pedido de las ecografías doppler y obstétrica, entre las 20 y 24 semanas. Es aquí donde un ecografista avezado puede detectar la cardiopatía y luego el médico obstetra pide el ecocardiograma fetal para encontrar el problema específico, realizar el tamizaje y proceder al tratamiento adecuado.
Durante este diagnóstico prenatal puede encontrarse un grupo de cardiopatías que son complejas, en cuyo caso desde cualquier efector de la provincia se realiza una interconsulta con el Hospital Notti, donde se llevan a cabo las operaciones para este tipo de casos.
Existen otras patologías más complejas a las cuales el Hospital Notti no puede dar respuestas. Si se determina que la afiliada embarazada y su bebé deben ser atendidos en otro centro de referencia de alta complejidad del país, OSEP coordina el traslado y derivación para que se realice la cesárea y el niño nazca en el lugar con el equipamiento adecuado para sus necesidades.