Se trata de Micaela Méndez, quien no habría estado en su casa cuando la adolescente fue asesinada. Seguirá imputada.
La fiscal de Homicidios Claudia Ríos le otorgó la tarde de este martes el recupero de la libertad a Micaela Estefanía Méndez (27), la joven acusada junto a su pareja del femicidio de Florencia Agustina Romano (14), ocurrido hace más de una semana en Gutiérrez, Maipú.
Las pruebas obtenidas en los últimos días determinaron que no estuvo presente en su domicilio cuando la adolescente fue asesinada y tampcoo tuvo ningún tipo de participación en el hecho de sangre.
Pese a eso, continuará imputada y sometida a proceso, pero su situación procesal podría cambiar en los próximos días.
En una juntada
Tal como lo adelantó El Sol, una de las claves para que Méndez accediera a la libertad estaba en la declaración del testigo estrella del caso, un primo de la mujer que condujo a los detectives hacia el cadáver de la menor.
El hombre tenía conocimiento sobre el punto en el que los restos habían sido descartados por Arancibia, se desprende de la pesquisa, debido a que él mismo había llevado al acusado a ese lugar en su auto.
Fue la noche del sábado 12 cuando Arancibia lo llamó en reiteradas oportunidades para pedirle un favor. El sospechoso le aseguró que habían atropellado a un perro fuera de su casa y que él había levantado el cadáver para tirarlo en algún descampado de la zona: “Viste como soy con los animales”, le habría dicho para convencerlo.
En ese momento, el testigo había salido algunas horas de su casa, en la que se encontraba Méndez comiendo un asado con familiares, para realizar algunas actividades comerciales en la zona céntrica de Maipú.
Ante eso, Arancibia le pidió que lo pasara a buscar para arrojar los restos y también para ir hasta la vivienda del hombre a buscar a su cónyuge.
Fue así que se dirigió hasta el domicilio del callejón Berra, donde el acusado cargó un bulto cubierto con mantas.
Debido a su tamaño, el familiar de Méndez no advirtió que se podía tratar de una persona. Luego se demostraría que eso se debió a que el sospechoso había doblado el cadáver, a modo de que pareciera más pequeño, lo que le provocó al cuerpo de la adolescente severas fracturas post mortem, revelaron fuentes allegadas a la causa.
Lo cierto es que, cuando iban en camino por calle Alsina de Luzuriaga, Arancibia le pidió que se detuviera. Acto seguido, descendió del auto, abrió el baúl y sacó los restos para arrojarlos en el interior de una acequia, consta en el expediente.
Minutos después, el testigo junto a su familia y Arancibia llegaron a su domicilio, donde se encontraba Méndez junto a otros parientes. Las horas pasaron y debido a que se hizo tarde, la pareja pasó la noche en ese lugar y el domingo por la mañana regresaron al lugar en el que Florencia fue ultimada.
Mensajes y fotos
Los peritajes tecnológicos a los que fueron sometidos los celulares de la pareja acusada y del testigo clave, confirmaron que Méndez no participó en el femicidio.
De los aparatos se obtuvieron fotografías que la propia Méndez tomó durante la juntada con sus familiares, a lo largo de la tarde del sábado, en la franja horaria en la que para los pesquisas Florencia llegó hasta la casa de Arancibia y fue asesinada al defenderse de un intento de abuso sexual.
Asimismo, se constataron las llamadas de Arancibia al pariente de su mujer para que lo pasara a buscar y los mensajes que intercambiaron con respecto a esa situación, añadieron las fuentes consultadas.
En tanto, debido a que varias personas participaron de la reunión en la que estuvo el sábado Méndez, todos coincidieron en que la joven pasó toda la tarde y la noche fuera de su casa.
El caso
Florencia Romano desapareció el sábado 12, después de que salió de su casa de Rodeo de la Cruz para tomarse un colectivo a Maipú.
La adolescente le había asegurado a sus padres que iba a la casa de una compañera del colegio, pero en realidad se dirigió hasta la vivienda de Arancibia, ubicada en el pasaje Berra, casi Padre Vázquez, en el citado distrito maipucino.
El hombre la había contactado semanas antes por la red social Instagram y la convenció de pasar la tarde en su casa.
Tras hallar los mensajes que intercambiaron la menor y el acusado, Arancibia fue detenido junto a su novia el martes pasado.
La tarde del jueves, ante las pruebas que señalaban que la víctima había sido asesinada, ambos fueron imputados por femicidio por la fiscal Ríos.
Poco más de una hora después de formalizar la acusación, el cadáver de Florencia fue hallado envuelto en sábanas en el interior de una acequia de calle Alsina, en Luzuriaga.
Fuente: https://www.elsol.com.ar/