El Gobernador Alfredo Cornejo; el intendente de San Martín, Raul Rufeil; el superintendente general de Irrigación, Sergio Marinelli; la ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre, y la subsecretaria de Infraestructura, Marité Badui, dejaron habilitada una obra estratégica para la seguridad de la presa El Carrizal. Permitirá mejorar el componente hidromecánico del sistema de riego, que presenta dificultades operativas.
En otras palabras, la obra permite la refuncionalización de una de las válvulas de riego, comúnmente denominada válvula de chorro hueco, la cual no había tenido mantenimiento desde la década del 70, cuando fue instalada.
Este emprendimiento demandó una inversión de $520.100.000,00 y es una de las más importantes del Departamento General de Irrigación en conjunto con el Gobierno de la Provincia de Mendoza, por diversos motivos. En esta ocasión, surgió la necesidad de modernizar el componente hidromecánico del sistema de riego, que presenta inconvenientes operativos para erogar caudales inferiores a 16 m3/s (caudal mínimo de operación de turbinas) por su falta de precisión.
También participaron en la actividad el secretario de Gestión Hídrica, Diego Coronel; el director de Ingeniería, Carlos Martini, y el subdelegado de Aguas del Río Tunuyán Inferior, Juan Pablo Villarruel.
Luego del recorrido, el Gobernador Cornejo puso en valor una serie de obras e infraestructura importante que irá anunciando en función de las que tienen repago y puedan ser finalizadas, como también de las que se tiene que hacer cargo el Estado provincial. “Como ustedes saben, la institución que regula el agua es Irrigación y en el Gobierno de la Provincia estamos trabajando en un plan integral de manejo, de eficiencia y optimización del uso del agua”, remarcó.
De todas maneras, manifestó que la prioridad está puesta en contar con mayor cantidad de energía, lo que permitirá proveer más a la producción, a la industria, la agricultura local y también poder vender. “La mayoría de las obras tienen que ver con optimizar el riego y medirlo, ya que es imprescindible que midamos el consumo del agua domiciliaria, industrial, de los distintos usos agrícolas y mineros”, dijo el mandatario provincial, y aseguró que “cualquier uso que haya que podamos medir, buscamos que se pague por la cantidad de agua que se gasta, que se consume”.
Cornejo calificó esto de “óptimo”, aunque admitió que estos procesos llevan tiempo y no se logran de un día para el otro. “Vamos a ir siempre en esa misma dirección, en los distintos usos, en el agrícola fundamentalmente, que es el que más consume agua”, explicó.
Asimismo, recordó que en su plan de gobierno está incluido el uso del agua como política de Estado para el futuro. “El Estado va a seguir subsidiando y dando un umbral básico de tarifas sociales en materia de agua y de riego agrícola en materia de subsidio”, aseguró el mandatario. Además, señaló que pretende continuar sosteniendo a la agricultura con subsidio, como es el caso del Seguro Agrícola, que se presentó en San Rafael en el día de la fecha.
Sobre este último punto, Cornejo aseguró que cubre los daños provocados por las inclemencias. Es más, señaló que en ese seguro el Estado provincial dispondrá de recursos para paliar los daños, pero aclaró que esto se realizará de manera protocolarizada. “No es contra protestas, sino es contra efectivamente certificaciones de perjuicios por las inclemencias del tiempo, sea en helada o granizo”, dijo Cornejo.
Ante esto, explicó que la idea central de su gestión es usar cada vez mejor el escaso recurso del agua. Es más, explicó a los presentes que “si no tomamos medidas con tiempo, esas dificultades se van a profundizar”. Y dijo que de esto se trata esta etapa de obras y, por eso, señaló: “Queremos mostrarlas in situ, en el lugar, porque insisto, los mendocinos no saben de esto y los productores tiene muy claro el valor del agua, pero no saben que mantener este sistema requiere mucha inversión”.
Por su parte, Marinelli puso en valor la importancia de la presa para el agua y la energía, al señalar que las mejoras en las válvulas son indispensables para evitar problemas en la distribución, especialmente en épocas de sequía. “La automatización de estas mejoras será clave para un manejo eficiente, explicó.
Comentó también que de esta manera no solo se cuida la presa, sino también el recurso hídrico: “Lo de la presa es muy importante, porque es la gran reserva de agua, tiene generación de energía, pero además, desde hace muchos años que se viene reclamando esta mejora en las válvulas”. A esto, el superintendente de Irrigación agregó que al no funcionar uno de los dos sistemas o funcionar mal, cada vez que se activa, o sale más agua de la que se está pidiendo, o menos de lo necesario.
“Ustedes piensen que estamos con canales que tienen prácticamente 80, 100 kilómetros de largo. Entonces, cuando estos pulsos tan fuertes de agua se dan en menor o en mayor medida, generan que el primer canal o el último no reciban agua”, dijo Marinelli. A esto le sumó que los años de sequía, donde se han tenido a lo mejor siete turnos, solamente perder uno significa que a muchos productores les puede provocar sequía en su finca.
Además, comentó que “cuando uno habla de plan y obras, todos piden impermeabilizar, pero el manejo del agua es lo más importante, más que las obras”. Con estas palabras, el funcionario recordó que el sistema será más eficiente aún cuando se logre automatizar, “porque de esta manera es mucho más precisa la maniobra de apertura y cierre de la válvula”.
Siguiendo con su explicación, dijo que “esta es una medida beneficiosa para los mendocinos y también para el cuidado del agua”.
La obra
Las válvulas de riego las opera el Departamento General de Irrigación (DGI), para erogar caudales que no puedan evacuarse por la central y, así, atender la demanda de riego en cumplimiento de sus funciones.
En los últimos años se realizaron inversiones para mejorar el accionamiento de apertura y cierre de las válvulas de chorro hueco, como también el mantenimiento de la obra de toma y conducción.
La imposibilidad de regular la erogación de caudales de forma precisa dificulta dotar a los cauces de agua para riego y genera incrementos o mermas no programadas que perjudican la normal evolución de los turnos de riego.
Según explicaron los profesionales de Irrigación, el otro problema que plantean las válvulas de chorro hueco es la falta de velocidad de respuesta de forma automática ante las salidas de servicio de las turbinas por imprevistos: corta de servicio eléctrico, desperfecto electromecánico, etc. Esto ocasiona también mermas importantes que afectan el sistema de distribución de agua en la cuenca aguas debajo de la presa.
Es por ello que se propone la operación remota de estos componentes desde la central Cacheuta. Se suma a esta necesidad el manteniendo de las válvulas mariposa, también pertenecientes al sistema de riego de la presa.