La obra hídrica comunica San Rafael con el noroeste pampeano y tiene más de 191 kilómetros de largo. Los dos mendocinos que eran ministros de Carlos Menem y pactaron entre ambas provincias.
En medio de una fuerte tensión política entre Mendoza y La Pampa por el agua, el Departamento General de Irrigación denunció que una empresa pampeana embotellaba y vendía agua proveniente del acueducto Punta del Agua-Santa Isabel, en otros punto de la vecina provincia, como también en localidades de Río Negro y Neuquén.
Sergio Marinelli, el “gobernador del agua“, y Gustavo Villegas, consejero del Río Atuel inferior, aseguraron que se está extrayendo esta agua por fuera de las zonas que se acordaron cuando se creo este ducto a principios de la década del noventa.
Su construcción tuvo su puntapié inicial en marzo de 1992 cuando la Nación, Mendoza y La Pampa firmaron un acuerdo (Ley 5826/1992) para la obra, que recién estuvo habilitada en 1995.
De aquella firma participaron dos mendocinos influyentes en el Gobierno de Carlos Menem: el por entonces ministro del Interior, José Luis Manzano y el secretario general de presidencia, Eduardo Bauzá. A ellos se sumó el subsecretario de Energía, Marcelo Sperman.
Por Mendoza, suscribieron el gobernador Rodolfo Gabrielli; el ministro de Obras y Servicios Públicos, Roque Antonio Giménez, y el Fiscal de Estado, Efraín Quevedo Mendoza.
Por su parte, por La Pampa pusieron su rúbrica el mandatario Rubén Hugo Marín; su ministro de Obras y Servicios Públicos, Hugo Agüero, y el Fiscal de Estado de esa provincia, Mario Zubillaga.
El acueducto fue financiado con recursos nacionales e inaugurado en 1995, dos años después de lo dispuesto en el convenio. Desde entonces abastece de agua potable a poblaciones del oeste pampeano.
Pero hay una foto más abarcativa: este acuerdo se dio en el marco del traspaso de las concesiones de las presas hidroeléctricas Los Nihuiles de Nación a Mendoza, una situación que generó malestar en el arco político pampeano. Y así como Marín enfrentaba críticas internas, también lo hacía Gabrielli.
“La condición que nos puso la Nación para transferir Los Nihuiles a Mendoza era alcanzar un acuerdo con La Pampa“, explicó en su momento el mandatario mendocino.
Así como La Pampa no se opuso a que Mendoza se hiciera cargo de Los Nihuiles, a cambio de esto, la Provincia se comprometió a abastecer a las localidades pampeanas de Santa Isabel y Algarrobo del Águila con agua para uso en general de hasta seis mil personas.
La obra de cabecera se sitúa en Punta de Agua, una localidad cercana a la base del Cerro Nevado en Mendoza, lo que proporciona agua de gran calidad al ser de manantial y de deshielo.
Desde allí, el agua de los arroyos es canalizada hacia una pileta de filtrado para asegurar su calidad antes de ser transportada por 191 kilómetros de cañería de asbesto-cemento, y diámetro que varía entre 300 y 150 milímetros.
Debido al pronunciado desnivel de su trayecto, no se requieren estaciones de bombeo. El acueducto es capaz de transportar un caudal cercano a los 100 metros cúbicos por hora.
De su extensión total, solo 62 kilómetros transcurren por territorio pampeano, divididos en dos tramos. El primero culmina en Santa Isabel, donde el agua es tratada mediante una estación de filtrado y clorado antes de ser distribuida a la localidad y al segundo tramo de acueducto que lleva el recurso hasta Algarrobo del Águila.
Más acá en el tiempo, en 2017, el ex gobernador Marín fue consultado por aquel conflicto en el que tenía enfrente a otro peronista, Gabrielli. “Los únicos que le sacamos agua a los mendocinos fuimos nosotros“, aseguró Marín en un diálogo reproducido por el diario La Arena de la vecina provincia.