Se estima que la iniciativa generó 220 puestos laborales de calidad, pertenecientes a diversos proyectos de inversión con potencial de crecimiento.
El Ministerio de Economía y Energía realizó el cierre de año del Programa Mendoza Emprende. Entre otros lineamientos, apuntó a la creación de empresas generadoras de valor económico, social y ambiental, mediante una línea de asistencia financiera única a nivel nacional, con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“El eje de la estrategia, denominada de triple impacto, ya no pasa sólo por la búsqueda de rentabilidad sino por un desarrollo donde el rédito se genere sin comprometer los recursos. Es un modelo basado en tres conceptos: valor económico, mirada social e impacto ambiental”, explicó Emilio Aguiló, titular de la Dirección de Emprendedores.
A través de dos convocatorias, la primera durante el período 2017/2018 y la segunda 2018/2019, se asistió financieramente a 75 proyectos de inversión con potencial de crecimiento (PIC), que generaron aproximadamente 220 puestos de mano de obra directa y de calidad. Los proyectos pertenecen a actividades agropecuarias, industriales, comerciales, productivas de base no agropecuaria, tecnológicas, turísticas, mineras y servicios a la producción.
“Se estima que por cada proyecto en marcha se abren entre dos y tres puestos de trabajo de calidad, es decir, en blanco y conformes a las leyes laborales vigentes, por lo que podemos estimar que en el mercado hay aproximadamente 220 nuevos empleos impulsados a través del Mendoza Emprende, con el apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo”, agregó Aguiló.
“El programa, además de fortalecer el ecosistema emprendedor, también capacitó a más de 3.400 personas, que adquirieron herramientas para la creación de empresas, desde cómo armar un plan de negocios o cómo estructurar financieramente el emprendimiento, hasta planes de comunicación, marketing digital y utilización de nuevas herramientas de ventas. Otra importante iniciativa fue la organización de tres congresos provinciales que se desarrollaron en Alvear, Luján y Maipú, para otorgarles a los participantes visibilización social y, especialmente a los jóvenes, la posibilidad de comprender que además de ejercer un trabajo o un oficio, pueden ser los empresarios que gestionan su propio proyecto”, finalizó el funcionario.
Los emprendedores
En la edición 2017/2018, uno de los emprendedores fue Mariano Fermosel, con su emprendimiento NeFeCio, a partir del que desarrolló una plataforma para que las empresas y profesionales incorporaran tecnologías big data y lograran un contacto más dirigido con clientes actuales y potenciales.
Otro de los emprendedores que fue elegido en la primera edición fue Leandro Agostino, quien con su emprendimiento Scuba Light apuntó al posicionamiento internacional de un producto en la industria de videojuegos. “Producimos videojuegos de propiedad intelectual propia, y lo rico de esto es que somos personas de distintas profesiones que trabajamos en nuestro emprendimiento, como programadores, dibujantes, escenógrafos, etcétera”, explicó Agostino.
En la segunda edición, los emprendedores debieron acreditar entre uno y cuatro años de antigüedad en la actividad y, con el monto recibido, cofinanciaron hasta el 80% del proyecto destinándolo a activos fijos, equipamiento, capital de trabajo y desarrollo de software. Son los casos de Tecnec SA, que desarrolló servicios de internet de fibra óptica de alta velocidad, y de Nicolás Pennesi, que se dedicó al desarrollo de portales de internet para contratación y administración de espacios publicitarios.