La escasez de agua en la provincia de Mendoza es una realidad que golpea a diferentes sectores de la sociedad desde hace años.
Las mediciones, análisis y pronósticos que ha elaborado el Departamento General de Irrigación mostraron una caída en las precipitaciones níveas al punto de anunciar un 2019 con sólo un 65 por ciento de agua de un año medio, lo que categoriza a este período hídrico (de Octubre a Octubre) como netamente seco. Inclusive las proyecciones para años siguientes tampoco son buenas, ya que hace 9 años que los pronósticos muestran escasez y la visión hacia adelante, si tenemos en cuenta el calentamiento global y otros factores locales, se percibe poco propicia.
La Subdelegación de Aguas del Río Atuel decidió programar acciones que produzcan un ahorro significativo, en materia hídrica, en este contexto desfavorable y lograr que, sobre todo, la producción agrícola logre las expectativas para esta temporada.
La programación de erogaciones en Gral. Alvear y parte de San Rafael se denomina ‘seccionado de riego’ y ha logrado repartir de manera objetiva el escaso aporte actual. Los embalses del sur mendocino se encuentran al 27 por ciento y el problema reside en que ésta concentración de agua no alcanzaría hasta marzo cuando el riego baja su intensidad.
El Subdelegado de Aguas del río Atuel, Mario Barbieri, explica los alcances de esta cabal e inteligente implementación: “la realidad del agua en nuestra provincia es acuciante, es una realidad dura que sufrimos hace tiempo y necesitamos una conciencia donde la escasez y el ahorro deben convertirse en la clave de nuestro hacer diario. La escasez es algo que nos acompaña desde tiempo y es normal en un oasis como el nuestro, al que debemos cuidar con ideas, conciencia y acciones concretas. Nuestra idea surgió como un efecto resiliente, como estamos acostumbrados los mendocinos, es decir, a sacar lo mejor de situaciones adversas”, posteriormente explicó: “Por lo tanto, se dividen en dos grupos las inspecciones y en vez de erogar 43 metros cúbicos por segundo se están entregando 24 ó 25. Las inspecciones riegan en turnos alternos y los usuarios riegan cada 16 días en vez de 8. Inclusive, en estos últimos años se ha hecho así: se comenzó el 28 de enero, ya que los egresos en los diques o embalses disminuyeron por la demora de los deshielos, las temperaturas, etc”.
Hasta el 5 marzo se erogarán 24 metros cúbicos por segundos. Posteriormente existe un turno más y algunas inspecciones lo quieren programar para marzo y otras para abril. Con esto se economiza para equilibrar los ingresos y egresos del embalse. De este modo se pueden cubrir, de manera equitativa, los turnos hasta marzo que es cuando los usuarios ya no riegan tanto.
Al mismo tiempo, Barbieri finalizó: “concretamente esto se hace de octubre a diciembre y de febrero a marzo, aunque este año empezamos en enero, sobre todo para beneficiar a la producción hortícola. Luego, los turnados se normalizan; por ejemplo en diciembre y enero cuando la planta necesita más agua. Siempre se prefiere rotar sobre las inspecciones que poseen más hectáreas cultivadas”.