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Lunes, 25 Noviembre 2024

El Iscamen incorpora la tecnología del “adulto frío” para liberar las moscas del Mediterraneo


Hace años, los mendocinos han aprendido a observar y cuidar las bolsas de papel blanco arrojadas desde aviones que contienen los capullos o pupas de mosca del Mediterráneo esterilizadas.

La incorporación del sistema de “adulto frío” hace más eficiente y ecológica la técnica empleada para el control de esta plaga en la agricultura. Se estima comenzar las liberaciones masivas, con este nuevo sistema, a partir de finales de marzo.
La técnica del insecto estéril es el componente fundamental en la lucha contra la mosca del Mediterráneo que lleva adelante el Instituto de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Iscamen). Se trata básicamente de un método de control biológico que supone la autodestrucción de una plaga dañina para la agricultura o para la salud humana.

Consiste en la cría masiva, esterilización y posterior liberación al medio ambiente de ejemplares machos esterilizados de mosca del Mediterráneo, los que al cruzarse con hembras fértiles no dejan descendencia.

La idea de este método de control se originó en la década del 40 del siglo XX en el Centro de Investigaciones Entomológicas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Su desarrollo y perfeccionamiento ha permitido que hoy se aplique como método para el control de plagas en muchos países del mundo.

A grandes rasgos, el método consiste en la cría masiva de insectos de una especie, a los que se esteriliza para que luego, al ser liberados en la naturaleza y en gran número, puedan competir y aparearse con los insectos silvestres.

Es una tecnología de control de la natalidad que aprovecha el comportamiento natural de apareo de los insectos, ya que los insectos sometidos a esta técnica se vuelven sexualmente estériles. Cuando un macho estéril es liberado en una población silvestre y se aparea con una hembra silvestre fértil, los huevos que produce no son viables. La falta de descendencia produce la disminución de la población.

La técnica del insecto estéril (TIE) es biológica por naturaleza, no genera impacto negativo sobre la biodiversidad y no daña el medio ambiente.

A diferencia de otros métodos y agentes de control biológico, los insectos estériles liberados no se pueden establecer en el ecosistema y, por lo tanto, no tienen potencial para causar daños adversos al medio ambiente. Entre otras grandes ventajas, permite reducir el uso de agroquímicos.

El nuevo sistema de “adulto frío”

Paulatinamente se está incorporando el sistema de liberación comúnmente denominado como “adulto frío”. Este método permitirá la eliminación de las bolsas y todos los soportes de papel y hará más eficiente y ecológica una técnica de por sí sustentable.

Actualmente, las pupas o capullos de moscas del Mediterráneo esterilizadas se empacan en bolsas de papel, en un promedio de 4.300 machos estériles por bolsa aproximadamente, y se liberan diariamente 14 mil bolsas en todos los oasis productivos.

La bolsa contiene además papel soporte para permitir a los insectos desplegarse al momento de la emergencia y papel almibarado para proveerles de alimento a las moscas emergidas.

Luego de 24 a 36 horas, emergen las moscas de las pupas colocadas en el interior de las bolsas y comienzan a alimentarse y madurar. Debido a que la madurez sexual del insecto estéril se alcanza a partir del quinto día, pero considerando que con el sistema tradicional de bolsas las moscas no reciben aporte de agua, estas se deben liberar al tercer día, es decir dos días antes de madurar.

El sistema de “adulto frio” consiste en colocar las pupas esterilizadas en contenedores individuales con capacidad de hasta 55 mil pupas o capullos, apilables en hasta 20 unidades, y cada torre de emergencia puede contener hasta un millón de pupas o capullos por metro cuadrado.

Una vez que las moscas emergidas han alcanzado la madurez sexual óptima, se efectúa un “shock de frío” colocando las torres en cámaras refrigeradas a -2°C, por proximadamente 40 minutos.

Durante este tiempo, las moscas se aletargan, lo que permite su separación y colocación en las cajas de liberación. Estas, además, están refrigeradas, lo que permite mantenerlas aletargadas todo el tiempo y así liberarlas al ambiente sin necesidad de bolsas ni otros soportes.

Las cajas de liberación son dispuestas en los aviones, los cuales poseen dispositivos de dosificación regulables que distribuyen las moscas de acuerdo con las densidades establecidas para cada bloque de liberación.

Ventajas del nuevo sistema

El nuevo sistema permite liberar moscas hidratadas, alimentadas y con madurez sexual; elimina del medio ambiente los residuos de la liberación en bolsas, considerando que por campaña se liberan aproximadamente 3 millones de bolsas.

Asimismo, reduce los costos de liberación, ya que se duplica la capacidad en igual tiempo de vuelo, permite optimizar la liberación considerando que en las épocas críticas de calor se acortan los tiempos de liberación y además se favorece la distribución y densidades a aplicar por hectárea.

El Iscamen ha adquirido 100 torres de emergencia completas y 3 máquinas de liberación de 5 millones cada una, las cuales permitirán procesar con este método 100 millones semanales.

Para comenzar a utilizar esta tecnología se están ajustando las metodologías de manejo de las torres de emergencia en conjunto con los técnicos del programa Moscamed, de México, y se están efectuando los ajustes en las máquinas de liberación y los aviones.

Se estima comenzar las liberaciones masivas, con este nuevo sistema, a partir de finales de marzo.

 

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