Esta exposición, del colectivo La Gran Siete, alude a pasados y presentes, a planteos inciertos, así como a propuestas concretas que conducen a sus integrantes a desbordarse en interrogantes desde una mirada de identidad grupal.
La muestra reúne a ocho artistas, ceramistas, escultores y performáticos unidos por el oficio y el arte de los fuegos. Esta exposición colectiva se articula en torno al concepto de “la trama”, un hilo conductor que ofrece un rico campo de exploración desde diversos enfoques y técnicas artísticas.
La trama, en su esencia, se relaciona tanto con la interconexión de elementos como con la narración de historias. En el contexto de esta muestra, cada artista interpreta y construye su obra individual a partir de esta premisa, tejiendo sus ideas y materiales para dar forma a creaciones únicas que dialogan entre sí y con el espectador.
¿Qué estamos tramando? invita al espectador a descubrir las múltiples capas de significado que subyacen en cada obra. A través de la trama, los artistas no solo muestran su maestría técnica y su capacidad de innovación, sino que también revelan las conexiones profundas que existen entre el arte, la vida y el acto de crear. Esta muestra es una celebración de la diversidad y la unidad, del oficio y la pasión, del fuego y de la trama que nos conecta a todos.
Diversidad de técnicas y enfoques
La propuesta se destaca por la diversidad de técnicas empleadas, que van desde la cerámica y la escultura hasta la performance. Esta variedad no solo enriquece la exposición, sino que también refleja la multiplicidad de significados que el concepto de trama puede asumir. La cerámica aporta una dimensión táctil y ancestral, evocando la conexión con la tierra y el fuego. La escultura, por su parte, juega con el espacio y la forma, creando tramas tridimensionales que invitan a la contemplación desde distintos ángulos. La performance, finalmente, introduce la temporalidad y el movimiento, haciendo de la trama un acto en constante construcción y transformación.
Unidad en la diversidad
A pesar de las diferencias técnicas y estilísticas, las obras presentadas comparten una búsqueda común: la exploración de cómo los elementos individuales se entrelazan para formar un todo significativo. Este diálogo entre las piezas crea una sinfonía visual y conceptual que invita al público a reflexionar sobre la complejidad de las interacciones humanas, la creatividad y el arte.
El oficio de los fuegos
El fuego, presente de manera simbólica y literal en muchas de las obras, actúa como un elemento unificador. Representa tanto la transformación de los materiales como la pasión y el compromiso de los artistas con su oficio. El fuego es un medio de creación y modificación, de cambio y permanencia, que resuena profundamente en la práctica de cada uno de los participantes de esta muestra.