Funcionarios de la aduana chilena protestaron nuevamente por las condiciones edilicias en las que tienen que trabajar en el complejo nacional Horcones. Dieron un ultimátum a las autoridades argentinas.
Un viejo conflicto por las precarias condiciones en el Complejo fronterizo Horcones recrudece justo cuando el Paso a Chile se prepara para una de sus épocas más críticas como es la temporada invernal, en la que el corredor deja de funcionar las 24 horas.
El próximo domingo 1 de junio se reduce el horario de tránsito entre ambos países a través del Sistema Integrado Cristo Redentor y funcionarios de la Aduana chilena que trabajan en el complejo argentino Horcones elevaron nuevamente su voz de protesta. El personal trasandino denunció las “pésimas condiciones edilicias” en las que deben desempeñar sus tareas y exigiendo soluciones urgentes a las autoridades argentinas.
La situación no es nueva. Desde mayo, se hizo público el malestar de los empleados chilenos por la falta de almuerzo durante el Día del Trabajador y, lo que es más grave, por “reiteradas quejas sobre las condiciones en las que se encuentra el edificio en el que se desempeñan”. Los problemas de infraestructura en el edificio Roque Carranza datan de 2022 y no han tenido respuesta.
En aquel momento, los trabajadores manifestaron su estado de alerta y exhibieron carteles exigiendo que “el Gobierno argentino cumpla con los acuerdos bilaterales comprometidos” y que se respeten “las condiciones de habitabilidad dignas“, mencionando incluso inundaciones en las habitaciones.
El reclamo escaló y el pasado jueves 15 de mayo, una delegación chilena, conformada por el Jefe de la Unidad de Pasos Fronterizos (UPF), Eduardo Núñez, junto con representantes de los servicios contralores (SAG, Aduanas y PDI) y de la Dirección Nacional de Fronteras y Límites del Estado (DIFROL), se trasladó al complejo Horcones.
El objetivo fue reunirse con sus pares argentinos y revisar las instalaciones que alojan a funcionarios de ambos países.
La visita, que estuvo planificada para monitorear los trabajos comprometidos, constató que “se ha avanzado mínimamente en las mejoras” en lo referido a la habitabilidad y operaciones de los funcionarios que trabajan tanto en Horcones como en Uspallata.
Ante esta situación, el Delegado Presidencial Provincial de Los Andes, Cristian Aravena, expresó su “preocupación frente a la demora en los arreglos“.
Si bien reconoció la “buena disposición de las autoridades argentinas“, remarcó la necesidad de “premura ante esta situación“, ya que “se acerca la temporada más dura del invierno en la alta montaña y necesitamos que nuestros funcionarios trabajen en un ambiente adecuado, tal como nosotros lo brindamos en Chile“.
Como resultado de esta visita, el Ministerio del Interior de Chile, a través de la Unidad de Pasos Fronterizos, envió un memorándum al Director Nacional de Asuntos Técnicos de Fronteras del Ministerio del Interior de Argentina, Ricardo Botana.
En el documento, se solicita que “los trabajos de reparación y mejoramiento de las condiciones de habitabilidad y operaciones se realicen a la brevedad, los primeros días de junio“, alertando que las condiciones actuales “revisten un riesgo inminente de la salud, integridad física, psíquica y la seguridad de las y los funcionarios“.
Del lado argentino, sin respuesta
Mientras los funcionarios de Aduanas de Chile continúan en “estado de alerta” a la espera de una resolución por parte de las autoridades argentinas.
El Sol intentó comunicarse con el Coordinador del Paso a Chile Cristo Redentor, Justo José Bascolo, pero no hubo respuesta.
Por el momento, las autoridades locales se han llamado a silencio.
Fuente: https://www.elsol.com.ar/