Frente a ese panorama, la situación de los boliches quedó incierta ya que si bien fueron habilitados para funcionar como restaurantes no se autoriza el baile en las instalaciones ni la creación de burbujas sociales.
"La situación es insostenible realmente. Hemos tenido acercamientos con el Gobierno, pero han estado muy reticentes a la hora de habilitar la actividad", expresó a El Sol Rodolfo Martínez, de la Cámara de la Industria del Entretenimiento Argentino de Cuyo (Idear).
El empresario aseguró que el daño que la situación generó en el sector es grave y que este jueves se presentará un petitorio formal al Ejecutivo para que se acelere la reapertura.
"Mendoza siempre tuvo mentalidad aperturistas, nos anticipamos a todo en lo que concierne al plano económico, educativo y social. En lo que respecta a este sector siempre se lo dejó relegado. De hecho, en todo el país se habilitaron los boliches con un porcentaje determinado de ocupación y Mendoza es la única provincia que cuenta con un cupo que es de 250 personas, algo irrisorio", manifestó.
Desde el Ejecutivo no se brindó más respuesta que "hoy no se ha avanzado en la posibilidad de reapertura de los boliches para bailar". La realidad es que Suarez, según dijeron desde su entorno, está abocado a cuestiones "más interesantes".
La clandestinidad, en alza
La prohibición para bailar en los boliches ha hecho que proliferaran las fiestas clandestinas en Mendoza. Así lo han referido desde Idear donde, además, sostuvieron: "Los mendocinos le perdieron el miedo a la clandestinidad, es común ver fotos en las redes de fiestas no habilitadas".
El empresario consignó que "los bailes en los boliches se van a tener que habilitar antes o después de la elecciones, de lo contrario, las fiestas ilegales crecerán aún más. Las fiestas están en todos los lugares menos en los que están habilitados".
A la hora de hablar sobre los controles que ejerce el Gobierno respecto a este tipo de situaciones, Martínez fue enfático: "Los controles se terminaron hace rato. Las autoridades ya no tienen cara para desactivar las fiestas porque la casta política de este país no ha dado el ejemplo en el tema".
Los dichos del titular de Idear fueron retrucados rápidamente por el Subsecretario de Relaciones Institucionales, Néstor Majul: "Los controles jamás se terminaron ni tampoco se bajó la guardia en ese tema. Todas las fiestas clandestinas que han sido denunciadas se han desactivado y eso ocurrió a lo largo y ancho de la provincia".
El funcionario aseguró que el trabajo se realiza en conjunto con los municipios. "Lo alarmante de todo esto es que los jóvenes y no tan jóvenes elijan lugares inhóspitos para divertirse. Lugares en los que no hay baño, no hay agua potable y allí hacen fiestas", sentenció Majul.
Turistas sin diversión
Otro punto planteado por la Cámara de la Industria del Entretenimiento Argentino de Cuyo es qué recreación se le dará a los turistas que dentro de poco comiencen a arribar a la provincia. "Si bien las bodegas son uno de los grandes atractivos, muchos eligen las salidas nocturnas y los bailes, algo que Mendoza hoy no ofrece", dijo Martínez.
Por su parte, el intendente de Capital, Ulpiano Suarez, sostuvo que hay que ir con cautela: "En cada una de las decisiones que se han tomado, el gobernador convoca a los intendentes y autoridades sanitarias para decidir la conveniencia o no, el tema de los boliches no ha entrado en debate, hay que ir paso a paso".
"Hoy está prácticamente todo habilitado, actividades al aire libre con mil personas, comercios, aforo de locales gastronómicos. Todo es prioritario, como el cuidado de la salud y la economía. Va a llegar el momento en que esas actividades recuperen la normalidad", culminó.
Fuente: https://www.elsol.com.ar/