La Pampa anticipó que pedirá un informe que ya había solicitado, firmado y aprobado en 2008. Ese año rubricó un acta junto con las provincias del río Colorado. El proceso sigue adelante con la revisión de inversores para reactivar la mina de potasio más grande de Latinoamérica.
Mientras La Pampa aseguró que pedirá informes que ya solicitó en su momento, con actas de acuerdo y conformidad firmadas, el proceso de reactivación de la mina de potasio más grande de Latinoamérica sigue a paso firme.
“Evaluamos las distintas propuestas y elegimos aquellas que se ajustan mejor a la visión de la provincia”, explicó Emilio Guiñazú, gerente de Potasio Río Colorado SAU, la sociedad del Estado mendocino que recuperó el yacimiento para emprender su puesta en marcha.
Sobre los presuntos reclamos de La Pampa, Guiñazú explicó que el yacimiento cuenta con todos los estudios de impacto ambiental aprobados, incluso por esa provincia que integra el Comité Interjurisdiccional del río Colorado (COIRCO).
“El proyecto tiene todos los estudios de impacto ambiental ya realizados. Incluso, en ellos participó el COIRCO. Visitaron la obra y pidieron otros estudios complementarios, que también fueron hechos y aprobados por ese mismo comité. Todo esto sucedió en el año 2008 y consta en las actas. Allí están las firmas de algunas personas que hoy integran el gobierno pampeano”, recordó.
El cuestionamiento de La Pampa vino de la mano de la llamada pila de sal. “La composición química del yacimiento de potasio es justamente 50% cloruro de potasio y 50% cloruro de sodio”, explicó Guiñazú.
“Por cada tonelada de potasio se genera una tonelada de sodio que, además, se puede vender. En el caso de Vale, que no vendía esa sal, se depositaba en un lugar especialmente diseñado para este fin”.
Cabe destacar que el depósito estaba a 18 kilómetros del río Colorado y fue revisado, recorrido y aprobado en actas por todas las provincias del comité, incluida La Pampa.
“Cuando se generó este debate había una confusión. Se generó la idea de que la pila de sal era una especie de duna que se desplazaba con el viento y que eventualmente podría llegar al Río y salinizar sus aguas. Esto es absolutamente imposible desde el punto de vista físico, ya que la sal sale con un grado de humedad y granulometría que inmediatamente se solidifica, formando una roca sólida”, amplió.
Cómo fueron los estudios y las inspecciones
Pese a que físicamente la roca de sal no puede desplazarse, se respondió al requerimiento de La Pampa construyendo un depósito de sal revestido de arcilla de 30 metros de profundidad a 18 kilómetros del río. Organismos nacionales, provinciales e integrantes del COIRCO se trasladaron al yacimiento, inspeccionaron el lugar y firmaron el acuerdo.
Además, Mendoza presentó nuevos informes de la Dirección de Saneamiento y Control Ambiental de la provincia y un Dictamen Técnico de la Universidad Tecnológica Nacional. Ambos informes concluyeron que el depósito, al encontrarse en una depresión natural y revestido de arcilla, no afectaba el agua ni el subsuelo ni el paisaje.
Todo esto quedó reflejado en el acta firmada por representantes de las provincias del COIRCO: Buenos Aires, Neuquén, Río Negro y La Pampa.
“Todos los informes no solo se presentaron al COIRCO sino que también se remitieron a todos los organismos que definieron la factibilidad de este proyecto”, recordó Guiñazú.
Un proyecto clave para Mendoza y Argentina
“Potasio Río Colorado es un proyecto muy importante para el país, puesto que podría aumentar 50% la totalidad de las exportaciones mineras de todo el territorio nacional”, explicó Guiñazú.
En esta etapa, Potasio Río Colorado analiza ofertas de potenciales inversores luego del trabajo encargado por la provincia a UBS (Sociedad suiza de servicios financieros con sede en Zúrich) para garantizar la transparencia de todo el proceso.
En una segunda etapa, se analizarán las propuestas que mejor se ajusten a los requerimientos de Mendoza. “Se pasa a la instancia de elaborar la lista corta de empresas, para estudiar bien cada compañía y revisar todos los papeles, contratos, etcétera. Si todo marchan bien, deben confirmar su propuesta y agregar una garantía transformándola en lo que se conoce como oferta vinculante. Este es un proceso que lleva entre dos y tres meses y depende de la cantidad de empresas que participen en estas etapas”, agregó Guiñazú.
Polo de servicios con potencial exportador
Mendoza recuperó el yacimiento que Vale había dejado inactivo en 2013 y tomó posesión plena en 2020, luego de arduas negociaciones y el acuerdo de la Legislatura.
La Provincia recuperó 250 millones de dólares en activos, un predio de 80 mil hectáreas y una mina capaz de abastecer el mercado interno y exportar. Tiene un aeropuerto en condiciones de funcionar y capacidad para que coman y se alojen 3 mil personas.
Por eso, además de producir, el yacimiento se convertirá en un polo de servicios. El costo fiscal para Mendoza fue cero, pero ahora el directorio ordena datos de forma minuciosa porque la mina será una empresa en la que participarán capitales privados.
El objetivo final es recuperar un yacimiento que daba trabajo a más de 6 mil personas, con tres actividades centrales: extracción y exportación sales de potasio, con alta demanda interna y externa; producción de soda Solvay, materia prima para fabricar vidrio, y provisión de servicios para industrias y pymes que operan en el Sur.