Ya está abierta la muestra fotográfica “Conservación Cóndor Andino”

Categoría: Sociedad Escrito por Sergio Miranda

La misma se puedo ver en el centro de convenciones y exposiciones Alfredo Bufano de 08:00 a 13:00 hs.

Dicha muestra es de la fotógrafa Silvia Peralta, quien además es miembro del consejo de la Fundación Bioandina Argentina y voluntaria del programa conservación cóndor andino, la cual lleva más de 30 años trabajando en reintroducción de cóndor, sobre todo en la costa atlántica patagónica.

Federico Zamarbide, vicepresidente del Emetur, destaco la presentación e inauguración de la muestra de conservación del cóndor andino en el centro de convenciones y exposiciones Alfredo Bufano y destaco la labor que realizan ad honorem, tanto Silvia Peralta, como Sandrine Rivier para la conservación de esta especie.

Por otro lado, Zamarbide explicó que escuelas con orientación turística y ambiental, están participando de la muestra y la exposición inaugural, además dijo que este tema surgió hace unos 6 años, en una reunión con Luis Jacome, quien es quien más sabe acerca de la conservación del cóndor a nivel mundial.

De un tiempo a esta parte la fundación ha liberado 64 cóndores, en el año en curso va a liberar dos cóndores más y unos 260 en todo Latinoamérica y alrededor de 300 rescatados.

En cuanto a la muestra Silvia Peralta nos cuenta lo siguiente: “esta muestra es para concientizar sobre el cuidado y su relación el ambiente, recordemos que el cóndor es el animal que limpia las planicies de los animales muertos, por lo cual es un carroñero y cumplen un rol importante en la naturaleza”.

Además, hay alrededor de 40 piezas expuestas, de los cuales participan varios fotógrafos y cuadros de sistintos artistas, la muestra va estar disponible hasta el 21 de septiembre de 08:00 a 13:00 hs. la entrada es libre y gratuita.

La muestra además de exponer imágenes de los animales volando o posados en un risco, exhibe el trabajo que se realiza con la incubación de los huevos que son tomados de parejas que se encuentra cautivas y que no pueden ser liberadas, también con las posteriores crías hasta que llegan a su adultez para poder ser liberadas.

Es importante destacar que en la provincia de Mendoza hay dos centros de recates, uno es SOS Acción Salvaje y la Fundación Cuyunche.

Por su lado Sandrine Rivier, francesa de nacionalidad, pero vive en San Rafael hace 14 años, más precisamente en Valle Grande, por lo cual esta consustanciada en el tema, también dialogamos con ella y esto nos decía: “tengo la suerte de vivir en Valle Grande y poder ver los cóndores a diario arriba de mi casa, desde muy chica me gustan estos animales y por esas cosas de la vida me crucé con Bioandina, como traductora y cada vez me implique más en el proyecto y bueno tuve la oportunidad de venir a la Argentina poder ver los cóndores a diario y es por eso que he traído la muestra a San Rafael”.

BIOLOGÍA 

El cóndor andino (Vultur gryphus), es el ave voladora más grande del mundo, pertenece al orden Falconiformes y a la familia de los Catártidos.

Mide 1,20 m de altura y 3 m de envergadura alar, llegando a pesar 12 kg (Kasielke, et al 1990; Jácome, 1995).

Respecto a la coloración de estas aves, el cambio del plumaje se relaciona con la madurez y se inicia alrededor de los tres - cuatro años, cuando se evidencia la muda del plumón gris del collar por el blanco característico de los individuos adultos.

Los cambios se producen gradualmente y el plumaje marrón ocre de los juveniles se va tornando gris, para definir el color negro y blanco a los siete u ocho años.

Los machos poseen cresta (carúncula) y el iris de color café, en cambio las hembras no poseen cresta y el iris es de color rojo (en su madurez sexual).

Como todos los buitres, presentan ausencia de plumas en la cabeza y cuello, que entre otras funciones, ayuda a mantener la higiene del animal cuando comen la carroña.

Sus patas no son prensiles, son bastante robustas, con dedos fuertes, pero con uñas romas relativamente débiles (Parera, A; 1997).

Gracias a su fuerte y ágil pico, es capaz de abrir el cuero de grandes animales muertos, permitiendo que tanto él como las restantes especies de necrófagos menores accedan a al alimento (Cuesta, 2000).

La coloración del pico también es un índice de edad, del negro al blanco, va cambiando de forma gradual.

La función más importante que desempeñan en la naturaleza, entre otras, es limpiar el ambiente de los restos de animales muertos, los cuales podrían diseminar enfermedades peligrosas (Wallace, et al 1985).

El cóndor puede pasar varios días sin alimentarse, se tiene registros de al menos una semana, pudiendo almacenar en el buche hasta 4 kg de pulpa de carne. Al encontrar alimento no baja de inmediato. Es difícil para los cóndores reiniciar el vuelo cuando se encuentran en el suelo, particularmente después de una comida, posiblemente por este motivo sean muy cuidadosos antes de bajar y se aseguren de que no exista ningún peligro.

Los cóndores son aves gregarias y existe una rigurosa jerarquía donde dominan los machos adultos, luego las hembras de igual edad, después los subadultos y por último los juveniles. Aparentemente existe un aprendizaje social de esta dominancia a la hora de la alimentación.

El cóndor andino es un ave K-estratega. Es longeva, llegando a vivir más de 70 años, posee una baja mortalidad, lenta maduración sexual, crianza de pichones alternada en años y un extenso período de cuidado parental.

La madurez sexual ocurre a edad avanzada, entre 8 y 9 años (Temple, et al 1989; Jácome, 1994). Es un animal monógamo. El Cóndor utiliza plataformas o salientes en los acantilados para pasar la noche y cuevas o repisas protegidas para anidar. La pareja pone un único huevo, en la arena o gravilla del suelo, sin construir ninguna estructura, lo incuban, crían al pichón y tienen un largo cuidado. Estos extensos ciclos reproductivos indican que una pareja cría un único pichón cada 2 o 3 años.

En vista de esta baja tasa reproductiva, para que la población de cóndores se mantenga estable se necesitan igualmente bajas tasas de mortalidad. Dadas estas circunstancias, la mortalidad causada por el ser humano es de gran importancia y genera un gran impacto sobre las poblaciones naturales.